Ned Peloliso se dirigía acompañado por su hermanita pequeña
Violeta a la casa de su amigo Rob, de los Belinfantes de las
Torres. Le encantaban las antiguas historias de Elfos, reyes y
magos que solía contar, y los domingos además preparaba unas
meriendas estupendas. Rob les recibió y dijo:
Aiya! Máratulda coanyanna, melda Ned.
Ned le miró con cara de quien no sabe con qué cara mirar,
y Rob añadió:
No me mires así, sólo te he dicho "¡Hola!
Bienvenido a mi casa, querido Ned."
¡Ah, pues mal! Resulta que vengo con mi hermana
Violeta sonrió a Rob y saludó con la manita así
que no deberías saludarme sólo a mí.
Rob se rió: Bueno, yo también tengo un amigo en casa, por
lo que mejor diría Máratuldë coammanna, meldor,
"Bienvenidos a nuestra casa, amigos" Os presento
a Handin, viene lejos del sur, y ha estado visitando a los Elfos
que viven al oeste de aquí. Y vieron a un hombre alto, con
ropas como las de los dúnedain de las historias que contaba Rob,
de los que decía que eran amigos de su familia.
Ned saludó perplejo, y Violeta preguntó inquieta: ¿Ése
era el idioma de los Elfos?
Sí respondió Handin es Quenya, la lengua de
los Altos Elfos... y también la de los Reyes.
¡Vaya! Es genial, cómo me gustaría hablarlo pensó
Ned en voz alta.
Claro que sí, es fácil. Y podemos empezar ahora
dijo Rob, y señalando un sillón añadió: Tula,
hara yo emmë
¿Quieres decir que me siente? preguntó Ned
no muy seguro.
Sí, concretamente "Ven, siéntate con nosotros"
Si lo deseas podemos enseñarte a decir algunas cosas, con la
práctica se aprende rápido. Por cierto, ¿quieres comer?...
Bueno, quería decir: "Meralyë matië?"
Ná, hantalë! dijo Ned con los ojos
muy abiertos y una gran sonrisa.
Úman ná, "No es nada"
contestó Rob- ¡Espera! ¿Qué es lo que has dicho?
Mm, me parece que "sí, gracias" ¿Lo he
dicho mal? Me parece que lo oí cuando en el Lobo Pelado se
pusieron a discutir mi tío Ted y el señor Bill Hayalarga , que
hablaba mal de los Elfos porque cuando el primo de su tío-abuelo
fue a la fiesta del cuñado de la sobrina de su madre, durante
aquella primavera en que...
¡Basta, basta! exclamó Handin Ya tuve
bastante cuando Rob me contó al detalle sus parentescos con los
hobbits que van al Sur con los Reyes. No caben tantas familias en
mi mente. ¡Y dices que el Quenya es difícil! Me parece que me
iré a preparar algo para comer.
Y cuando salió los hobbits siguieron con sus historias. Al
rato Ned volvió al tema del élfico y le preguntó:
Bueno, ¿y cómo puedo decir "Buenos días",
"Buenas tardes" y todo eso?
Poco a poco, poco a poco dijo Rob Empecemos por
"Buenos días", aunque los Elfos suelen decir "Feliz
día". ¿Cuando dices "día" te refieres al
día entero, a las mañanas o al periodo diurno? ¿Deseas un buen
día, o quieres decir que es un buen día, lo quiera yo o no; o
que hoy te sientes bien; o que es un día en que conviene ser
bueno?
Todo eso a la vez respondió Ned, y se quedó
pensando un momento, como si eso le recordara algo.
Bien continuó Rob Si te refieres a todo el
día, se dice "Alassëa ré"; por la
mañana es "Alassë arin", y
mientras hay luz "Alassë aurë"
¡Ah, sí!, recuerdo que una vez me contaste la historia de
una batalla de hace mucho tiempo, y que los Elfos decían Utúlien
aurë! Auta i lómë!, que significaba "¡Ha llegado el
día! ¡Pasa la noche!" Así que "Feliz noche"
será "Alassëa lómë"
Muy bien, aprendes rápido. Y para saludar al atardecer
dices "Alassë undómë"
La pequeña Violeta escuchaba, pero era demasiado para ella, y
finalmente le interrumpió: ¡Espera! Un poco más
despacio, que ya no me acuerdo del principio.
Entonces Rob sonrió y le dijo: No te preocupes; si no te
acuerdas, simplemente di siempre "Almarë!",
que quiere decir "¡Salud!" y ya está.
Y en ese momento llegó Handin con pasteles y vino, y se
dirigió a Ned, diciendo:
Suca yulma, ar mata apsali ¿Esto lo has
entendido?
Supongo que dices "Bebe una copa y come de todos
estos manjares" dijo Ned mientras se llevaba a la
boca un pastel.
Hum, exactamente lo que he dicho, es increíble
murmuró Handin asombrado. Y con la boca medio llena Ned
añadió:
Bueno, es que cuando se habla de comida no importa el
idioma.
Después de engullir el pastel, esperó entreteniéndose con
una galletita a que los demás tomaran algo, y luego preguntó
muy interesado: ¿Y qué puedo decir si me encuentro con
alguien con quien no esperaba encontrarme, y...?
Pues puedes preguntarle varias cosas contestó
Rob como ¿Quién eres?, "Man nályë?";
o ¿Cómo te llamas?, "Man ná esselya?";
y también ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas?, "Mallo
tulalyë? Manna lelyal?"
Sí, titubeó el hobbit pero es que yo quiero
preguntarle por algo más importante...
¡Por supuesto! añadió ahora Handin Puedes
preguntarle "¿Qué noticias traes, viajero?",
que se dice "Man vinyar colal, lelyar?"
¡No, no, no! se quejaba Ned llevándose las manos a
la cabeza Me refiero a alguien que ya conozco, pero que me
alegro mucho de ver cuando no le esperaba...
¿Un viejo amigo? inquirió Rob Pues
normalmente dirías ¡Cuánto tiempo!, que viene a ser algo como
"¡Desde lejano tiempo!"... Yo diría "Haira
lúmello!", supongo.
Ya, pero... Ned se rascó la cabeza, pensando qué
decir, y se sonrojó. Entonces Violeta saltó diciendo:
¡Ya lo sé, ya lo sé! Está pensando en Petunia
Bellojunco, nuestra vecina. Siempre se pone de ese color cuando
la ve.
¡Ah, pícaro! Entonces es muy diferente exclamó
Handin. Ante la risa contenida de Rob y la mirada evasiva de Ned,
se acercó al último, y rodeándole con el brazo, le aconsejó
en voz baja: Verás, has de mostrarte cercano, nada de
formalismos; pero a la vez has de ser gentil. Puedes recoger unas
flores y probar con algo así como "¡Dichosos son los
ojos que te ven! ¡Oh!, a ti te entrego estas bellas flores",
que en Quenya se dice: Alassië nar i hendu i cenantet! Á!
ten antan sine vanimë lossi.
Esto me pasa por hablar con Gente Grande
espetó Ned enfurruñado. Y mientras los demás seguían
riendo se desahogó fulminando el pastelillo más grande que
quedaba en el plato.