ILL Publicaciones del Instituto Lingüístico Lambenor

Modo de escritura Tengwar para el castellano. Resumen de las discusiones

J. Mach Wust

Pero que nadie que quiera participar se quede sin hacerlo por haber llegado tarde

Josu Gomez Eleder en #96

Contenido de esta página

Historia del modo Lambenor

La primera versión del modo Lambenor se publicó en la internet en 1999, después de un largo debate en la lista de correo Lambenor que empezó en diciembre de 1998 y duró aproximadamente hasta julio de 1999 (ver también #6526).

Varios puntos se volvieron a discutir entre junio de 2004 y enero de 2005, cuando se acordó que habría que revisar la descripción en la internet (#6962). Para facilitar el futuro estudio de las fuentes y para justificar los cambios que se hicieron desde la versión de 1999, se decidió crear esta página que discute el modo consensuado.

Cuestiones generales

Ortografía tradicional vs. pronunciación

Uno de los puntos más debatidos de la discusión de 1998/99 fue si el modo tendría que seguir la ortografía tradicional o la pronunciación. Las posturas eran tan irreconciliables que al final se propuso dejar abierto ambas opciones (#85). Como en la descripción del modo de 1999 la distinción entre esos dos modos de escribir no quedó muy clara (#6618), la descripción del modo consensuado de 2005 los distingue más claramente.

Representación de los sonidos palatales

Como el castellano tiene una serie de sonidos palatales (ch, y, ñ), éstos se representan con el calmatéma, de acuerdo a los modos usados por J. R. R. Tolkien para el inglés (#23).

Representación del sonido ll

Se discutieron tres posibilidades de representar la ll: alda (#26), lambe con barra debajo o lambe y dos puntos (#112). Lambe y dos puntos está atestiguado para [lj] por ejemplo en el texto inglés de DTS 23 o en el texto quenya de DTS 20. Ese uso sin embargo resultaría incompatible con la representación de los diptongos crecientes que empiezan con i puesto que de ese modo, la ll ya no se podría distinguir de diptongos que empiezan con li como en familia (#7368). Se optó por alda, puesto que entonces lambe con barra debajo se puede utilizar para una l alargada (#43, #49).

Representación de los sonidos r y rr

El problema de cómo representar los sonidos de r y rr fue muy discutido. Es este punto también la mayor diferencia entre el modo consensuado de 1999 y el de 2005.

Se consideraron tres posibilidades de representar r y rr: Con óre y rómen (#26, #43), con rómen y rómen con barra debajo (#40) o con rómen y arda (#40).

En 1999, se decidió representar r y rr con rómen y arda por las siguientes razones:

  1. Tolkien utilizaría óre sólo para representar el sonido de la [ɹ] aproximante, de acuerdo al Apéndice E del Señor de los Anillos: 21 [óre, N. E.] was often used for weak (untrilled) r (#49, #74). Eso se debe a que está situado en la óretyelle que representa los sonidos aproximantes (Apéndice E: Grade 6 (21–24) [óretyelle, N. E.] was often used for the weakest or ‘semi-vocalic’ consonants of each series). Rómen, en cambio, sólo se utilizaría para la r vibrante (Apéndice E: R represents a trilled r in all positions).
  2. Evidencia ortográfica: Analogía al uso de lambe y alda para l y ll.

En 2005, se decidió representar r y rr con óre y rómen porque de un lado, los argumentos que apoyan el uso de rómen y arda son fáciles de refutar:

  1. No se sabe con certeza si weak (untrilled) r realmente se refiere a la [ɹ] aproximante; hay quienes opinan que se refiere a la vibrante simple (ver La r en quenya: Pronunciación). Está atestiguado el uso de óre para representar la trilled r. La cita mencionada de que R represents a trilled r in all positions se refiere a toda r de las lenguas élficas, o sea también a las representadas con óre (incluso en quenya, ver La r en quenya: Escritura); por lo tanto sabemos que las instancias de óre, por ejemplo en los textos sindarines de DTS 48, DTS 49 o en los textos quenyas de DTS 20, DTS 38 representan una trilled r. Rómen, en cambio, representa una [ɹ] aproximante en todos los textos ingleses de vocales tehtar (por ejemplo DTS 5, DTS 10, DTS 39) y en muchos de vocales plenas (por ejemplo DTS 13, DTS 18, DTS 49).
  2. La analogía se basa en que arda es una modificación de rómen y alda una modificación de lambe. Sin embargo, la misma analogía es aplicable también a rómen y óre, dado que rómen misma es una modificación de óre, ver Apéndice E del Señor de los Anillos: No. 25 [rómen, N. E.] (in origin a modification of 21 [óre, N. E.]).

Por otro lado, hay argumentos que apoyan el uso de óre y rómen:

La opción de usar la barra inferior para representar la oposición entre r y rr tiene la desventaja que en castellano no se trata de una oposición recurrente de tipo suprasegmental, sino de una oposición simple entre dos fonemas. Resulta más apropiado representar ese tipo de oposición con dos letras distintas (#7514).

El problema de qué signos se deberían usar en los casos en que no hay oposición entre r y rr (al principio de palabras como en res, después de consonante como en croa y al final de sílaba como en par) no fue debatido en 1999, aunque sí mencionado (#57). En 2006 se discutieron tres opciones: Distinguir rómen y óre según la fonética; sólo utilizar óre según la ortografía tradicional; distinguir rómen y óre según el ejemplo tolkieniano de los textos ingleses y quenya que utilizan ambas letras (ver arriba), es decir, rómen en casos como res y croa, y óre en casos como par. La ventaja de las primeras dos opciones es que no requieren que se utilice rómen en casos como croa, lo cual algunos consideraron contraintuitivo (#7506, #7524); la ventaja de la tercera opción es que no requiere una distinción entre las transcripciones según pronunciación u ortografía (#7523) y que imita el aspecto de los ejemplos tolkienianos (#7368). Como no se llegó a un acuerdo, ese problema se deja abierto, en vista de que cualquier opción elegida no puede haber malentendidos (#7636).

Diptongos y triptongos

El debate acerca de los diptongos no fue cómo representarlos sino si se necesitaba representarlos como tales o no. En la mayoría de los ejemplos conocidos, Tolkien no los representó como secuencias de vocales equivalentes, sino como una sola vocal silábica seguida o precedida de otras no silábicas.

En el modo consensuado de 1999, se incluyeron las opciones de representar los diptongos decrecientes en modo tehtar con yanta y úre (#40) de acuerdo al ejemplo de los modos tehtar donde las vocales están puestas encima de la consonante precediente (por ejemplo en el modo clásico del quenya en DTS 20 o el uso general en el ejemplo inglés-latín de DTS 41), y se admitió la opción de representar los diptongos crecientes con vala y anna (#78) de acuerdo al ejemplo del uso general (por ejemplo en DTS 10).

La representación de diptongos crecientes en modo tehtar precedidas de consonante mediante el tehta de dos puntos (como en quenya por ejemplo en DTS 20) o mediante la modificación del tehta de la u (como en el texto inglés de DTS 10, en el texto sindarin de DTS 49 o en el texto quenya de DTS 46) sólo se incluyó en la propuesta de 2005 (#6349).

En los modos plenos, los diptongos decrecientes también se representan con tehtar, al igual que los diptongos crecientes cuando van precedidos de consonantes, de acuerdo al ejemplo de los textos ingleses (por ejemplo DTS 18) y sindarines (por ejemplo DTS 48). Aunque los diptongos de los modos plenos ya se mencionaron en 1999 (#58) sólo llegaron a discutirse en 2005 (#6349).

La y griega

Tolkien distingue en los modos ortogáficos del inglés entre la i y la y griega representada con el portador largo en los modos plenos (por ejemplo DTS 13 o DTS 49), y con el acento breve en los modos tehtar (DTS 5 y DTS 10).

El acento gráfico

Hubo un amplio acuerdo en que las vocales con acentos gráficos se marcaran como si fueran vocales largas (#26, #40). Se discutió qué acentos habían de marcarse al escribir de acuerdo a la pronunciación, considerando las opciones de marcar los acentos de acuerdo a las reglas de la ortografía tradicional (#40, #56), sólo en caso de posible confusión (#58), en todo caso (#49) o en ningún caso (#78). Se decidió recomendar la acentuación de acuerdo a las reglas de la ortografía tradicional, a sabiendas de que quienes no quieren marcar las tildes (de acuerdo al uso tradicional o en absoluto), de todos modos no lo harán (#95).

Nótese que los acentos según las reglas de la ortografía tradicional son perfectamente compatibles con una escritura de acuerdo a la pronunciación porque esas reglas están basadas en la misma pronunciación.

La opción de la barra vertical debajo de la letra concuerda con DTS 51 (#7639). La opción de doblar los signos tehtar de e, o, u (#58, #76) concuerda con el Apéndice E del Señor de los Anillos.

Palabras extranjeras

Hay dos posibilidades de transcribir palabras extranjeras: O según sus idiomas originales o según el modo de escribir el castellano. Está atestiguada la conservación de una ortografía ajena en las palabras quenyas dentro del texto anglosajón de DTS 50, y está atestiguada la adaptación de una ortografía ajena en las palabras quenyas dentro de los textos ingleses y sindarines de la King’s Letter (en todas las tres versiones: DTS 45, DTS 48, DTS 49). Por lo tanto, ese punto se deja sin decidir.

Como esto es una propuesta para transcribir el castellano en tengwar, no es el sitio adecuado para describir la transcripción de otros idiomas en tengwar. Las mejores descripciones de otros modos se encuentran en el sitio Amanye Tenceli de Måns Björkman (en inglés).

Nótese que dentro del mismo modo de transcribir el castellano cabe la posibilidad de representar algunos sonidos extranjeros. Esto es porque de acuerdo a la lógica de la tabla de las tengwar también les corresponden ciertos sonidos a las letras que no se usan para el castellano, y algunos de esos sonidos ocurren en palabras extranjeras, por ejemplo el sonido de la sh inglesa que corresponde a la letra aha.

Problemas específicos de la transcripción de acuerdo a la pronuncición

Alofonías

En la discusión original, los alófonos de d, b, g y n fueron un punto muy debatido. Se sugirió usar las letras de la antotyelle para los alófonos fricativos de d, b y g y una letra propia para el alófono velar de la n (#25). Finalmente se acordó no representar las alofonías porque tampoco se representan en los ejemplos de Tolkien (#50) y porque sería una complicación innecesaria para quienes no saben mucho de lingüística (#56). También se desechó la posibilidad de representar las alofonías de la n a final de palabras (#7665).

Problemas específicos de la transcripción de acuerdo a la ortografía tradicional

La transcripción de acuerdo a la ortografía tradicional se basa especialmente en los ejemplos de inglés transcrito de acuerdo a la ortografía tradicional por J. R. R. Tolkien. Los mayores ejemplos son DTS 5, DTS 10 (primera parte), DTS 13, DTS 45, DTS 48 y DTS 49. Los ejemplos con vocalización tehtar son DTS 5, DTS 10, DTS 36, DTS 37, DTS 56 y DTS 62; los ejemplos con vocalización plena son DTS 10 (segunda parte), DTS 13, DTS 14, DTS 45, DTS 48, DTS 49 y DTS 54.

Nótese que ninguno de esos ejemplos es una simple transposición uno a uno de cada letra latina a un signo tengwar. Muy al contrario, son comunes las sustituciones de dígrafos del alfabeto latino por determinadas tengwar (como th o wh en el caso del inglés; ejemplos correspondientes del castellano son la ll y la rr). También son comunes las distinciones de acuerdo a la pronunciación (como entre y vocálica e y consonántica o entre th sonora y th sorda).

La letra c representada de acuerdo a la ortografía tradicional

Es problemático buscar una representación de la letra c en tengwar si se trata de conservar la ortografía tradicional. La c tiene dos pronunciaciones, una de las cuales comparte con otras letras: q y k. Esas letras, sin embargo, tienen siempre la misma pronunciación, de modo que en ciertas circunstancias su pronunciación difiere de la pronunciación de la c: por ejemplo ca y ka se pronuncian igual, pero ce y ke no. Por eso no es posible representar la c con la mismo tengwa que la k y la q. El dilema está en que tampoco es posible tener distintas tengwar para c, k y q, puesto que el sistema de tengwar no ofrece ninguna correspondencia posible a ese trío de letras que entró al alfabeto latino como residuo de distinciones fonemáticas semitas.

La solución a ese dilema que podemos observar en los ejemplos de J. R. R. Tolkien escritos de acuerdo a la ortografía tradicional es representar la c de dos maneras según su pronunciación: Se representa con la misma letra que k y q (quesse) sólo cuando se pronuncia igual que ellas. Cuando sin embargo se pronuncia como una s, entonces se representa no con la misma letra que la s, silme, sino con una modificación de ella, silme nuquerna. Nótese que esa distinción entre silme y silme nuquerna se mantiene incluso con vocalización tehtar.

Para el castellano, se adopta la misma solución de distinguir entre dos representaciones de la c según su pronunciación. Como la c suave en muchas regiones de España no se pronuncia como una s, sino como una z (ɵ), no resulta conveniente representarla con una modificación de la letra silme. Estríctamente siguiendo el ejemplo tolkienesco, se debería más bien representar con una modificación de la letra anto usada para la z (por ejemplo la anto extendida). Sin embargo, se optó por representarla con la misma anto, puesto que la z y la c suave están en distribución complementaria, o sea que no pueden tener función diacrítica (la c suave sólo ocurre ante e, i mientras que la z sólo ocurre en los demás casos, excepto algunas pocas palabras extranjeras). Ver #42, #6607.

La letra g representada de acuerdo a la ortografía tradicional

Igual que la letra c, la g también tiene dos pronunciaciones distintas. A diferencia de la letra c no comparte su pronunciación original con otras letras, y por eso es posible representarla con el mismo tengwa en todos los casos. Consecuentemente es eso lo que encontramos en los textos de J. R. R. Tolkien escritos de acuerdo a la ortografía tradicional: utiliza ungwe para ambas pronunciaciones de la letra g.

Para el castellano, se desvía del ejemplo de J. R. R. Tolkien en este caso porque adoptando su ejemplo, no se encontrarían transcripciones distintas para los grupos gue y güe. Por eso, la g también se transcribe de acuerdo a la pronunciación o con ungwe o con hwesta, de modo que gue se puede representar como ungwe + e y güe como ungwe + ue (#42, #6692).

La letra qu representada de acuerdo a la ortografía tradicional

Al escribir de acuerdo a la ortografía tradicional, J. R. R. Tolkien representó la qu como quesse + u. En castellano, sin embargo, eso no es posible. Dado que tanto la q como la c se transcriben con quesse, ya no se podría distinguir entre qu y cu (como en queso/cuestión). Por eso, la qu se transcribe de acuerdo a la pronunciación, con quesse sola (#6692).

Problemas específicos de la escritura con vocales plenas

No sabemos si habría que preferir la transcripción con vocales tehtar o vocales plenas. Se puede observar que todos los textos quenya están escritos con vocales tehtar, mientras que en los textos ingleses y sindarines se encuentran ambos modos. Sólo sabemos que por alguna razón, los lingüistas noldor pensaron que la escritura tehtar era inconveniente para el sindarin, pero lamentablemente no conocemos esa razón (From Quendi and Eldar, Appendix D, en VT 39, p. 8: This quanta sarme or ‘full writing’ was indeed mainly used by the Loremasters for special purposes, until later in Middle-earth the Fëanorian letters were applied to other languages, such as Sindarin, in which the diacritic method of indicating vowels was inconvenient.).

La mayoría de quienes escriben en castellano con tengwar prefieren la transcripción de las vocales con tehtar por motivos estéticos.

Las letras vocálicas

La representación de las vocales con letras propias que se adoptó en el modo consensuado del 1999 se basó en el mensaje #125 que a su vez se basaba en #64 donde se dice que ese sistema sería el de los textos ingleses de la King’s Letter (existe en tres versiones: DTS 45, DTS 48, DTS 49). Sin embargo, esa atribuición es errónea; el sistema adoptado en 1999 no se encuentra en ningún texto de Tolkien.

Las vocales en la propuesta del 2005 son las que Tolkien utilizó para la transcripción del inglés según la ortografía tradicional (en las tres versiones de la King’s Letter, DTS 10, DTS 13, DTS 14 y DTS 54) porque sólo en esos textos permiten distinguir entre la i y la y vocálica y porque la manera de representar las vocales largas en esos textos permite la transcripción de diptongos que lleven acento gráfico, por ejemplo en cantáis (recuérdese que los acentos gráficos se representan como si fueran vocales largas, ver arriba la discusión del acento gráfico).

De todas maneras, la diferencia no es grande: La u se representa con vala en vez de úre mientras que la w se representa con úre en vez de vala.

Nótese que se propone utilizar las mismas letras para la transcripción según la pronunciación, pese a que Tolkien utilizó esas letras sólo para la transcripción según a la ortografía tradicional. Sería difícil elegir cómo transcribir las vocales basado en la transcripción del inglés según la pronunciación puesto que hay muchos. Además las cinco vocales de la ortografía inglesa corresponden exactamente a las cinco vocales de la pronunciación castellana, pero no a las vocales de la pronunciación inglesa que son más numerosas.

Documentación completa

Una documentación completa de los debates que llevaron al modo consensuado Lambenor se puede acceder desde la lista de correo lambenor. Como la búsqueda en los archivos es muy lenta, los mensajes de las discusiones del 1998/99 y del 2004/05 se compendiaron en dos archivos de texto (no se garantiza que fueran completos):

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