Editado por Helios De Rosario Martínez
a partir de las contribuciones de miembros de la Comisión de Lenguas de la STE
y otros miembros de las listas Lambenor y Lambengolmor
Dentro del más o menos claro y coherente sistema élfico de fonología y escritura, la r aparece como una frecuente causa de problemas y confusiones. Este artículo recoge y resume las diversas investigaciones e ideas discutidas por miembros de la Comisión de Lenguas de la STE y otros estudiantes de lingüística tolkieniana en los grupos Lambenor y Lambengolmor desde diciembre de 1999 hasta enero de 2004,1 y las amplía en una pequeña medida con algunas reflexiones del editor surgidas durante la redacción, con la finalidad de aclarar a aquellos que estudian las lenguas de la Tierra Media las principales cuestiones en torno a esta letra. Esta versión del artículo, preparado por la Comisión de Lenguas de la STE para Estel, se limita al apartado sobre la escritura y la pronunciación de esta letra en todas sus variantes, dado que otros asuntos que se han discutido (como la evolución fonológica del quenya en lo que afecta a la r), requieren un tratamiento más profundo que excede la extensión y los plazos disponibles para la publicación en esta revista.2
En primer lugar, hay que considerar que cuando se habla de la r en quenya, en realidad se puede estar haciendo referencia a varias letras, si se tiene en cuenta el sistema de escritura élfico, lo cual es ineludible en un estudio detallado del asunto.
En el Apéndice E de El Señor de los Anillos (SA-III:450ss) se describe la escritura con tengwar, haciéndose especial énfasis en el modo en el cual se escribía la lengua quenya.3 En este sistema de escritura, que es el que se va a considerar en este artículo, se observa que la r en palabras como cirya (‘barco’), earráme (‘ala de mar’), hroa (‘cuerpo’), namárie (‘adiós’), varda (‘exaltada’) o yuldar (‘tragos’), está asociada a varias letras distintas:
Por otra parte, la r se pronuncia de forma distinta en las diferentes lenguas que la utilizan en su alfabeto, y aun dentro de un mismo idioma suele corresponderse con varios sonidos. Se pueden destacar los siguientes:
Además de estos sonidos más comunes, la r puede representar otros más exóticos, pero son variaciones de los aquí comentados.
Aclarados estos conceptos básicos, el paso siguiente consiste en determinar cuándo se usa y cómo se pronuncia cada uno de estos casos. La referencia principal para buscar la respuesta es el mencionado Apéndice E, en el cual se describen las reglas de escritura y pronunciación de las lenguas que aparecen en El Señor de los Anillos.
En cuanto a la escritura, la sección del Apéndice titulada «Las letras fëanorianas» comenta extensamente cómo se usan las tengwar. Aunque la información proporcionada abarca todas las lenguas que empleaban esta escritura, se dan bastantes explicaciones sobre el uso para quenya, la lengua original para la cual Fëanor inventó las tengwar; esto se puede contrastar con los ejemplos de palabras y frases quenya escritas con tengwar que han sido publicados.4 Ahora bien, además de que los ejemplos no son abundantes, algunos de ellos ni siquiera parecen seguir el modo quenya clásico, y la mayoría son tan breves que la información que se puede obtener de los mismos sobre el uso de las formas de la r es muy escasa e inconsistente. El único texto significativo para este propósito es el Lamento de Galadriel o Namárië (Nam.), cuya representación en tengwar fue publicada en The Road Goes Ever On (DTS 19 y 20) y parcialmente en el número 47 de Eorclanstanas (DTS 55), aunque este último es un documento muy difícil de encontrar, y según describe Måns Björkman en Amanye Tenceli (Björkman, 2002) tiene bastantes peculiaridades ortográficas, únicamente observadas en el documento en cuestión. Cuando en lo sucesivo se haga referencia al texto en tengwar de Nam., se ha de entender que se trata de la versión completa de DTS 19/20, salvo que se diga explícitamente lo contrario.
En lo que a la pronunciación se refiere, el Apéndice E también tiene una sección dedicada a la materia, de la cual se puede extraer la información más importante. Sin embargo, como es natural hay muy pocos ejemplos audibles para contrastarla. Una de estas rarezas es casualmente una versión recitada de Nam. grabada por el propio Tolkien. Cabría esperar en un principio que este documento sonoro fuese un valioso elemento para poder hacer comparaciones, pero lamentablemente se puede comprobar en ésta y otras grabaciones que Tolkien a menudo mostraba una pronunciación inconsistente; y sobre todo en este caso fonéticamente tan complejo su utilidad es muy limitada.5
Uno de los asuntos más complicados es el de cómo se pronuncia la r simple. Al respecto, en el Apéndice E destaca el siguiente párrafo dedicado a la pronunciación de la r:
[R representa] una r vibrante, en todas las posiciones;6 el sonido no se perdía delante de las consonantes (como en inglés part). Se dijo que los Orcos y algunos Enanos utilizaban una r uvular, sonido que los Eldar encontraban desagradable. RH representa una r sorda (habitualmente derivada de una combinación inicial más antigua, sr-. En Quenya se escribía hr. (SA-III:451).
También hay un párrafo en la sección sobre vocales que parece proporcionar información indirecta sobre la pronunciación de la r según su posición:
Los grupos er, ir, ur (finales o delante de una consonante) no han de pronunciarse como en inglés fern, fir, fur, sino más bien como en inglés air, eer, oor. (SA-III:453).
Sin embargo la r en todos estos ejemplos se pronuncia (aproximante),
por lo que se entiende que esta información se refiere específicamente al sonido de las vocales.
Por lo tanto, de aquí no se deben extraer conclusiones sobre la pronunciación de la r.
Finalmente en la sección de escritura también se mencionan ciertos aspectos de la pronunciación importantes para este asunto:
[Óre] se utilizaba con frecuencia para representar una r débil (no vibrante)7 que originalmente se daba en el Quenya, y que se consideraba en el sistema la consonante más débil del tincotéma. (SA-III:459).
[Rómen], en su origen una modificación de [óre], se utilizaba para representar una r «plenamente» vibrante.8 (SA-III:459).
En las mencionadas citas se proporciona información que da la sensación de ser contradictoria, y por lo menos resulta confusa. Según el primer párrafo la r en quenya (entre otros idiomas, pues el apéndice no habla exclusivamente de la pronunciación del quenya), era en todas las posiciones lo que en inglés se llama trilled. Sin embargo, los dos párrafos de la sección sobre escritura comentan que cada uno de los símbolos representaban algo distinto, uno «a weak (untrilled) r», y otro «a “full” trilled r».
Ahora bien, la contradicción es sólo aparente. La clave está en las expresiones «originalmente» y «en su origen» que aparecen en las citas de la sección de escritura. En ella se está explicando la historia de las letras, las consonantes que originalmente representaban y las que representaron después, mientras que en la sección sobre pronunciación se explica cómo se pronuncian las palabras en quenya y otros idiomas en el contexto de El Señor de los Anillos, es decir, al final de la Tercera Edad. Así pues, se puede entender que cuando Fëanor diseñó el sistema de tengwar, en quenya existían una variante débil y otra fuerte de la r, cada una representada por una letra. Pero en fases posteriores del quenya sólo había una.
Habiendo quedado esto claro, podemos explicar de qué sonidos concretos estamos hablando.
Queda claro que podemos descartar cualquier r uvular ( o
).9
Tampoco son palatales o palatalizadas, las cuales existen pero son
consideradas modificaciones de la r simple (véase más adelante).
Por lo tanto, son evidentemente dentales o alveolares sonoras
(la r sorda se menciona como variante en el primer párrafo citado),
más probablemente dentales,
entre las cuales se encuentran
(vibrante múltiple),
(vibrante simple) y
(aproximante).
Si tomamos las citas en su sentido literal, la pronunciación de la r en la Tercera Edad10 era la que en inglés se llama trilled, y por lo tanto más que «vibrante» tendría
que haberse traducido como «vibrante múltiple», es decir . Asimismo, la pronunciación original de rómen («full» trilled) sería también
,
y la de óre (weak untrilled) podría ser
o
.
Es probable que se tratase de la última, pues las otras dos aproximantes del quenya,
y
, también se representan con tengwar del sexto grado: anna (
)
y wilya (
), respectivamente;
aunque algunos estudiantes (no necesariamente españoles o hispanohablantes)
se inclinan por el sonido de la r vibrante simple, que recuerda más a la fonología del español
(idioma que agradaba estéticamente a Tolkien).
Ésa es la interpretación que llamaremos «A», y que se incluye más concisamente en
el cuadro 1.
son. original de óre | son. original de rómen | son. de r en la TE | |
Interpretación A | ![]() ![]() |
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Interpretación B | ![]() |
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Interpretación C | ![]() |
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Otra interpretación que se puede hacer (expresada en el cuadro 1 como la «B»),
parte de la idea de que,
aunque Tolkien era filólogo de profesión, los Apéndices no están dirigidos
a un público especializado (aunque sí interesado en la materia), y puede ser que
no utilizara estrictamente la terminología fonética de la IPA que estamos empleando.
Dado que para los angloparlantes (los lectores objetivo de Tolkien)
el sonido más débil de la r es ,
según esta interpretación ése es al que se refería Tolkien
cuando llamaba weak untrilled a la r originalmente asociada a óre.
En este caso, también se puede suponer que la trilled r
se corresponde más bien con el sonido
más común para los angloparlantes
(en oposición a
, especificado como untrilled),
aunque no se puede descartar que fuese también
,
si bien esta última es más difícil de identificar por los angloparlantes.
La identificada como «C» es una versión más elaborada de esta interpretación, en la que se supone
que el adjetivo enfatizado «full» trilled
introduce una diferenciación del simplemente trilled,
de forma similar al uso que se hace en español del término «vibrante»,
el cual puede diferenciarse como «vibrante simple» o «vibrante múltiple».
En ese caso, la pronunciación original de rómen sería específicamente
y no
; pero la r de tiempos posteriores podría asociarse tanto a
como a
.
Y también hay, por supuesto, múltiples variantes de estas interpretaciones que combinan
unas ideas con otras.
Hay quien sostiene en contra de las interpretaciones B o C que la identificación de
como un tipo de trilled o vibrante puede resultar exótica para
otros idiomas distintos del español, por lo que puede considerarse
una interferencia típica de los hispanoablantes, ajena al
pensamiento de Tolkien.
Sin embargo, lo bien cierto es que idiomas como el finés muestran la posibilidad de que sea así.
Tolkien afirmó reiteradamente que el finés fue una de las principales inspiraciones
en la invención del quenya, y en ese idioma la r
se corresponde con el fonema vibrante múltiple en todas las posiciones
(«a trilled r in all positions», exactamente lo mismo que dice Tolkien
de la r en SA-III:451),
por lo que generalmente presenta el sonido correspondiente
;
pero en ciertos estudios (Sulkala y Karjalainen, 2002) se explica que también presenta el sonido alófono
en posiciones medias, lo cual es un indicio de que algo parecido podría ocurrir en quenya.
Esta antigua dualidad fonética de la r es comparable a la observada en la escritura con tengwar.
En textos de quenya tardío escritos por Tolkien, como la versión en tengwar de Nam. en
The Road Goes Ever On, se observa un uso conjunto de rómen y óre.
En dicho texto, el más extenso en tengwar, se comprueba claramente que
rómen se utiliza siempre que la r precede a una vocal
(o bien para ry,
siempre precediendo a una vocal),
mientras que en los demás casos (delante de consonante y a final de palabra) se utiliza óre.
El resto de documentos en quenya con tengwar son demasiado elementales como para poder deducir
reglas de ellos, aunque en la mayoría el uso de rómen u óre coincide con dicha regla.11
Ahora bien, esta regla no está explícitamente documentada por Tolkien, sino que se deriva
únicamente de la observación de los escasos ejemplos disponibles, y ni siquiera sabemos su
porqué.
No parece que sea una dualidad de naturaleza
etimológica como otras conocidas del quenya.12 En el texto de Nam. tenemos palabras como (oromardi,
‘salas elevadas’) y
(ortanë, ‘elevó’), en
las que una está escrita con rómen y la otra con óre, y sin embargo comparten
la misma partícula or-; y en el mismo texto el sufijo de plural -r es óre
en todos los casos, salvo cuando está en genitivo (-ron, como en aldaron),
en cuyo caso se escribe con rómen.
Los estudiantes de la materia barajan distintas posibilidades
para justificar de otro modo esta escritura dual.
Algunos se basan en la posible pronunciación dual de la r como la
propuesta en las interpretaciones B y C, y más concretamente en la última.
La idea sería que las dos tengwar se usasen en el quenya post-exílico
para distinguir entre los sonidos y
,
igual que anteriormente se usaban para distinguir
y
.
Es una idea con cierta coherencia desde un punto de vista fonético, pues es normal que la influencia
de una vocal siguiente a r refuerze la sonoridad de la consonante, o que el sonido en cuestión
se debilite cuando le sigue otra consonante o está a final de palabra, de forma que antes de vocal se
dé la pronunciación de
, y en otras posiciones sea
.
Otra idea que no implica asumir una posible pronunciación dual es que tras mezclarse los sonidos originales de ambas tengwar en uno, y pudiéndose entonces prescindir de su función diferenciadora original, los elfos hicieron un reanálisis del uso de rómen y óre, y desarrollaron esta nueva regla por una mera cuestión de estilo. Aunque llame la atención, el uso de dos letras para un mismo sonido dependiendo de los adyacentes no es extraño en las lenguas primarias (considérese, por ejemplo, el uso alternativo de ß y ss en alemán). Además, se dice que el interés principal del mismo inventor de las tengwar era «su aspecto práctico y decorativo, más que la transcripción fonética precisa» (VT 39:8).
Finalmente, es reseñable también la observación de David Salo (véase su artículo en ELM: http://www.elvish.org/elm/spelling.html), de que esta regla resulta una ayuda para saber cuándo hay o no una a después de la r, en el estilo de escritura en que se omite esta vocal. Si bien no hay evidencias de que los elfos modificasen el uso de estas tengwar por este motivo, al menos aporta cierta utilidad a la regla inferida.
Expuesto el caso de la r simple, queda por comentar cómo se escribían y pronunciaban las otras variantes. Una primera observación que se puede hacer es que todas ellas (rd, hr, ry y rr, representadas en alfabeto latino) son comparables a a las variantes de la l también existentes en quenya (ld, hl, ly y ll). Ambas consonantes, r y l, son lo que en la terminología fonética tradicional se conocen como «consonantes líquidas», capaces de formar grupos silábicos tras otra consonante. En los primeros textos escritos por Tolkien sobre quenya, se afirmaba de hecho que la r era en los orígenes de las lenguas élficas «una mera variante de la l» (PE 12:15). Y aunque no hay constancia de que esta idea se mantuviera en el desarrollo posterior del quenya, sí se puede observar que ambas consonantes siempre tuvieron rasgos comunes, como evidencia su paralelismo en las variaciones.
De hecho se puede apreciar una estrecha relación entre la tengwa rómen
(, que ya hemos visto que representaba cierto tipo de r)
y lambe (
, empleada para la l).
No sólo se encuentran en la misma línea de tengwar adicionales (entre la 25 y la 28), sino que además
ambas comparten un trazo sinuoso (en el caso de rómen, este trazo
sería una extensión del arco de la letra óre, de la cual es una variante), y de ambas existen
modificaciones para cuando les sigue d (arda —
— para rd,
alda —
— para ld).
Es, por lo tanto, posible que rómen se diseñase originalmente para expresar
la cualidad líquida de la r, y no sólo un sonido distinto al de óre.
Así pues, aunque en tengwar sólo están documentadas las variantes rd y ry
(ambas como modificaciones de rómen),
se puede asumir sin mucho riesgo que las otras dos variantes no documentadas
(hr y rr) también se asocian ortográficamente a rómen,
manteniendo así un paralelismo exacto con lambe.
Asimismo, fonéticamente podemos asociar estas variantes a ,
como sonido original de rómen.
Veamos ahora en detalle cuáles son estas variaciones, cómo se escriben y cómo se pronuncian:
No es posible asegurar con total certidumbre cuál era la pronunciación y el uso de la r en quenya. Pero las interpretaciones más frecuentes entre los estudiantes de esta materia apuntan a un esquema como lo que se representa en el cuadro siguiente.
tengwa | quenya antiguo | quenya en la TE | reglas de uso en la TE |
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![]() |
![]() |
antes de vocal (a) |
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![]() |
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antes de consonante(a) (b)
a final de palabra(a) |
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![]() |
rd |
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![]() |
![]() |
hr |
![]() |
![]() |
![]() |
ry |
![]() |
![]() |
![]() |
rr |
(a)
Deducido de la versión en tengwar de Nam.
(b) Excepto d, r, y. |