La historia de Galad
Ampliación a El problema de Galad

Helios De Rosario Martínez, Imrahil

Abril de 2004. Revisado en julio de 2004


Introducción

En el artículo titulado El problema de Galad expuse las diferencias entre el significado y la etimología del término sindarin galad en nombres como Gil-galad, Galadriel o Galadrim y Caras Galadon, según si considerábamos cómo eran concebidos en El Señor de los Anillos, o en los años sesenta (según textos publicados en Los Cuentos Inconclusos o Los Pueblos de la Tierra Media). El presente artículo puede considerarse una segunda parte de aquél, en el que abordaré un estudio bastante más detallado y complejo de la historia de ese término utilizado para referirse bien a la luz o a los árboles, desde que Tolkien comenzó a desarrollar las lenguas élficas hasta la época en que escribió El Señor de los Anillos.

El resto de la historia se trata en el artículo anteriormente publicado; un tratamiento completo de la misma de forma unitaria, en el que se une la información de ambos artículos, está en preparación (en inglés) con intención de ser publicado para un público más amplio.

De nuevo tengo que agradecer el apoyo y contribución de otros estudiosos de lingüística élfica en lo relativo a este artículo: a Javier Lorenzo, cuyas aportaciones en la lista Lambenor conforman buena parte de su contenido, y a Carl F. Hostetter, editor de Tengwestië, principal impulsor de este estudio ampliado.


El gnómico/noldorin de los comienzos (años diez y veinte)

Las partículas kal- y gal- que aparecen calad y galad, entre otras palabras parecidas relacionadas con la luz, ya existían al principio de que Tolkien inventase las lenguas élficas. En los Cuentos Perdidos es fácil encontrar palabras como Kalaventë Barco de la Luz, Kalormë Cresta montañosa por sobre la que sale el Sol o Galmir Centelleo de oro (CP1:310, 313). De hecho el Léxico Qenya (LQ) que Tolkien escribió contemporáneamente a aquellos cuentos incluía explícitamente la raíz KALA brillar como el oro, con muchas palabras relacionadas con el día y la luz, entre las cuales estaba kala día, (luz del sol), 12 horas (PE12:44). El Léxico Gnómico (LG) complementario contiene asimismo la raíz gal- brillar (dorado, como el Sol), de la cual derivan varias palabras relacionadas con la luz del día, el sol, etc. Algunos de estos términos se encuentran explícitamente conectados con los qenya, como gala luz, luz del día, o glâ día, tiempo diurno (tiempo que el Sol está sobre el horizonte), de los cuales ambos se dice que eran equivalentes a Q kala de la que se nos dice que venía de la , y se equipara con el q. kala (LG:37). Puede verse en ello que gal- era una raíz del gnómico (antecedente del sindarin), variante de la raíz kal- observada en qenya, ambas derivadas de la raíz eldarin común *kal-, de la cual la forma gnómica estaba sonorizada. Esto puede comprobarse así mismo en otras palabras gnómicas como gâl < kalda y gaul una luz junto a kalē encontradas en los Gnomish Lexicon Slips (PE13:114).

Sin embargo no se puede encontrar una palabra gnómica que fuese calad o galad en sí misma; pero es interesante fijarse en el término ochlad semana, anteriormente escrito oglad (PE11:62). Tolkien también proporcionó su forma antigua ot·glāta. Wynne y Gilson explicaron en PE14:16 que la lectura exacta de dicha etimología en realidad era ot·g’lāta, y que probablemente significaba *(un periodo de) siete días, al igual que deducen que la segunda parte de la palabra, g’lāta, viene de la forma más antigua *galāta, o quizá la aún más antigua *kalāta (PE14:16). Hay una notable coincidencia entre estas palabras y las formas primitivas de galad y calad según Tolkien las concebía en los años alrededor de la publicación de SA, tal como se comenta en El problema de Galad; la única diferencia es la posición de la vocal larga, y de hecho *galad habría sido la palabra resultante si la longitud de las vocales fuera otra, y por lo tanto no se hubiera dado el síncope de la primera vocal.

En los textos posteriores a El Libro de los Cuentos Perdidos, el idioma de los gnomos o noldoli >> noldor se llamaba normalmente noldorin;, en lugar de gnómico (o goldogrin o noldorissa). Esta lengua noldorin mostraba bastantes diferencias gramaticales con respecto al gnómico anterior, pero su vocabulario se basaba en gran medida en el LG (PE13:119ss). Así pues, las palabras relacionadas con la luz eran aún bastante parecidas. En ese contexto surgiría por fin la palabra galad, glosada como amanecer (PE13:144). Aquí la raíz gal- todavía tiene un sentido cercano al que se le encuentra en los Cuentos Perdidos (relacionado con el Sol y el día, no sólo con la luz).

En cuanto a la palabra para árbol, se puede ver que en la época de los Cuentos Perdidos su etimología era distinta a la que se encuentra en SA. La palabra qenya era ya alda desde el principio mismo, pero no por pérdida de ninguna g- inicial, pues su raíz en LQ era ALA, y en consecuencia las palabras gnómicas análogas en los Léxicos (como âl bosque o alwen árbol) tampoco empezaban por g- (PE12:29, PE11:19); las aparentes excepciones, goloth y gaulas, ambas con el significado de bosque, se deben al prefijo colectivo/intensivo go-, ŋwa- (PE11:41, PE13:114). Sin embargo, en el índice de nombres al cuento de La caída de Gondolin se dice que la palabra galdon (relacionada con el nombre del elfo Galdor) significa árbol (CP2:274, 429). El gald- de estos nombres se parece demasiado al q. alda con una g- inicial como para que sea mera casualidad.1 Parece ser que originalmente la etimología de Q alda y las palabras relacionadas en otros idiomas realmente tenían una g- inicial, pero luego ésta fue eliminada; así, por ejemplo el nombre de la casa de Galdor, Nos Galdon, fue cambiado a Nos nan Alwen.

Cabría preguntarse si este cambio se hizo para evitar la confusión entre las palabras relacionadas con la luz y las relacionadas con los árboles, pero lo cierto es que también existía una base ALA en LQ que era una variante de KALA luz. Y en el LG había palabras que empezaban con cal-, por lo tanto morfológicamente parecidas a Q kala luz, pero cuyo significado se relacionaba con los árboles o más bien con las plantas en general (caltha una planta, hierba, calw brote verde, pimpollo, esqueje, cf. PE11:25).2

No está claro, sin embargo, qué intenciones tenía Tolkien para esta familia de palabras en los primeros años veinte. En las listas de palabras noldorin de esa época, las palabras para árbol escasean. La única glosada como tal es orn (que ya existía antes, y siguió existiendo después), y las parecidas a alwen, etc. se redujeron a alt rama y aulos bosque (PE13:136, 137, 159). Es posible que Ólin olmo (PE13:151) también tuviera algo que ver.

Noldorin tardío y sindarin (desde finales de los treinta)

Unos años más tarde también surgirían las palabras noldorin calad y galadh, y al mismo tiempo el sentido semántico y la etimología de galad se acercaría, junto con los de esas otras palabras, a la forma en que se concebían en la época de SA, la cual apenas cambió en veinte años o más. Como ya comenté en el artículo anterior, en Las Etimologías c. 1937 se encuentra la base KAL- con el sentido de brillar, y de ella derivan palabras noldorin como calen de color brillante (verde), o mismamente calad luz; bajo GIL está la palabra gilgalad luz de las estrellas, con la misma forma, significado, y seguramente la misma etimología que explicó años más tarde a Rhona Beare,3 junto al nombre Gilgalad. Y veíamos, pues, que la etimología y el significado de este nombre ya coincidían en esta época con la explicación que Tolkien dio de ellos en la carta a Rhona Beare de 1958 (Cartas:326).

Asimismo, en el artículo anterior comenté que en Etim. también se encontraba la base GAL-, glosada como variante de KAL-, aunque en lo hasta entonces publicado no había ninguna palabra bajo dicha base. Sin embargo, A&C revela que Etim. tenía bajo la raíz GAL- nuestra palabra noldorin galad luz, en la que obviamente la g era original, no una lenición de c. En ello encontramos una idea claramente comparable a la explicación etimológica del nombre Galadriel escrita a finales de los años cincuenta, según la cual originalmente este nombre era galata-rīg-elle, si bien este nombre no aparece en Etim. (evidentemente, porque el personaje no existía cuando Tolkien escribió dicho texto). Por otra parte, es interesante que si bien Etim. sólo dice que este galad significa luz, en el texto de finales de los cincuenta se sugiere que gala- es concretamente luz solar donde vemos que la relación original de estas palabras con el Sol no se había llegado a abandonar.

Y también podemos notar que, relacionada con GAL-, KAL- y otras bases, en Etim. también aparece GIL- brillar (blanco o pálido), de la que se deriva gil estrella. Es ésta una idea muy cercana a la de la misma raíz según LG, y su etimología y significados precisos también se mantendrían en el sindarin inicial, dado que en la misma nota de la carta a Rhona Beare que habla del nombre Gil-galad se dice que gil se relaciona con gal, pero que sólo se aplica a la luz blanca o plateada.4

Por otra parte, acaso Tolkien hubiese descartado en algún momento la homonimia entre las etimologías para luz y árbol, en esta época fue recuperada. En Etim. están las bases GAL2- crecer, extender, aumentar, y sus formas extendidas GALA- prosperar (tener buena salud, estar contento) y GÁLAD- árbol, de las que derivan palabras noldorin como galas crecimiento, planta y, por fin, galadh (VT45:13, CP:413-414). Como en los otros casos, esta palabra y su etimología se mantuvieron en sindarin, y de hecho nunca se abandonaron, dado que en una letra escrita a Richard Jeffery en un año tal como 1972 (Cartas:495), Tolkien aún mantenía que galadh venía de galadā < GAL crecer. La palabra equivalente en quenya siguió siendo alda, y también es interesante observar que bajo la base GALAD- en Etim. volvería a aparecer la forma gald presente en el antiguo cuento de La caída de Gondolin, aunque no como palabra gnómica o noldorin, sino del dialecto de Doriath.

La evolución subsiguiente ya ha sido comentada en el artículo anterior. En él se explica cómo durante los años sesenta Tolkien redefinió estas raíces que comenzaban por g- relacionadas con la luz, de tal modo que pasaron a comenzar por ñ-, y todas las consecuencias que ello conllevó sobre las palabras y los nombres asociados. También se explica cómo la causa de este cambio pudo ser la insatisfacción con la coincidencia de dichas raíces con las relacionadas con los árboles.5 Sin embargo resulta interesante aprender, en base a los datos de las etapas anteriores, cómo este dilema era recursivo, de modo que Tolkien fue en un sentido y luego en el opuesto, en lugar de seguir una evolución lineal. Y también es notable observar cómo la concepción de estas palabras y nombres en la época en torno a SA fue la más estable de todas, manteniéndose durante por lo menos veinte años.


Notas

1. El nombre Galdor volvería a aparecer después asociado a hombres, como en las primeras versiones de La caída de Númenor (CP:93, 95-96), y como un señor de la casa de Hador en el Silmarillion; aunque en estos nombres la relación con árbol es dudosa (cf. GALA- y GALAD- en Etim.).

2. En el anterior artículo ya se comentó que, en ciertos textos, Tolkien mantuvo que algunas gentes tenían problemas con esta similitud, al menos en un nombre: entre aquellos que ya no recordaban claramente los días antiguos y la historia de Galadriel, su nombre fue a menudo Galadhriel (CI:337-338). Al respecto, es interesante observar que incluso el mismo Tolkien no averiguó cuál era realmente la etimología del nombre de Galadriel hasta por lo menos entrados los años cincuenta. En los primeros borradores el nombre fue Rhien >> Galdrien >> Galadhrien < Galað-rhien, con el significado de Dama (del árbol). Y aunque en los manuscritos de SA acabó sustituyéndose por Galadriel, en otros textos posteriores como Los Anales Grises se observa la forma Galaðriel. Asimismo, en la página 84 del catálogo J.R.R. Tolkien. Life and Legend se reproduce un manuscrito de Tolkien que muestra un borrador del Namárië anotado que más tarde se publicaría en RGEO; y en él el subtítulo es Aldariello nainië Lóriendesse, traducido como Galaðriel's lament in Lórien. Compárese con el subtítulo tal como fue publicado: Altariello nainie Lóriendesse, Galadriel's lament in Lórien.

3. Dicha etimología se menciona explícitamente en la versión de Etym. publicada en CP, donde se da la referencia cruzada a Gilgalad junto a calad. sin embargo, en A&C Hostetter and Wynne señalan que la referencia cruzada en el manuscrito es de hecho a Glingal (VT45:19).

4. Aquí tengo que señalar un error introducido anteriormente por mí. En las versiones de julio de 2001 y marzo de 2003 de El problema de Galad, y en consecuencia la publicada en Estel 38:31-36, comentaba que en la carta a Rhona Beare el significado de luz blanca o plateada se asociaba con gal, según el sentido que interpreté de la traducción publicada en Cartas:326, gal (correspondiente a gil, sólo aplicada a la luz blanca o plateada). Sin embargo, en el texto original gal (corresponding to gil which only applied to white or silver light) se entiende más claramente que ése es el significado de gil, lo cual es más verosímil a la luz de que esa palabra siempre había tenido ese preciso significado.

5. Aunque en las palabras sindarin derivadas de estas raíces seguía existiendo cierto grado de homonimia, que fue incluso acentuado con la palabra silvana galad árbol, variante del s. galadh (AM:213-214). Esta palabra surgió después de escribirse el Quenta Silmarillion de 1958, en una nota en la que Tolkien pone por escrito la resolución del problema de Galadriel / Galadhriel, y como se comenta en el artículo anterior también puede servir de explicación a la ortografía heterodoxa de Caras Galadon y Galadrim en SA. Al respecto se puede añadir que en los borradores de los Apéndices también hay otros nombres en los que aparecía esta ortografía: en PTM:303 se explica que los hombres de Gondor llamaron Galadwen a la reina Vidumavi, siendo este nombre de la lengua de Rhovanion una adaptación del gótico Widumawi;, doncella del bosque (CI:391), por lo que en sindarin habríamos esperado más bien *Galadhwen. Y esta misma variación gondoriana podría estar detrás de Galador, el nombre del hijo de Imrazôr y Mithrellas, el primero de los Señores de Dol Amroth (CI:315, PTM:260-261); en este caso realmente no hay ninguna evidencia de que el nombre tenga que estar relacionado con los árboles, aunque resulta interesante compararlo con el nombre Galadhor en Etim. sv. GALA- y GALAD- (que nada tiene que ver en principio con el Señor de Dol Amroth). Es interesante observar que en estos casos la ortografía heterodoxa también podría haberse explicado como variante gondoriana (o dados los casos de una mujer de Rhovanion y el hijo de una elfa silvana, incluso por influencia silvana), aunque ésta es una cuestión sin mayor trascendencia, porque de hecho los nombres no fueron publicados en los Apéndices.